miércoles, 26 de agosto de 2009

NO SEAS UN ESCLAVO DE TU TRABAJO

Se acabaron las vacaciones, toca volver al trabajo y a las jornadas interminables. Más horas de trabajo no significan que seamos más productivos. Pasamos en la oficina muchas más horas que la mayoría de los trabajadores europeos. Y nos cunde mucho menos que a ellos. ¿Cómo podemos hacer el mismo trabajo en menos tiempo?

Existen muchas técnicas para mejorar la productividad personal en el trabajo y no estar más horas de lo necesario para acabar nuestras tareas. Y acabar con las eternas jornadas de 9 de la mañana a 7 u 8 de la tarde. Para aprender a organizar nuestro trabajo y cambiar nuestra mentalidad, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), nos propone una serie de consejos:

Sé puntual. Cuanto más tarde llegues, más tarde te tendrás que ir. Además, la puntualidad muestra respeto hacia tus compañeros.

Aprovecha tu tiempo y el de tus compañeros. Haz tu trabajo a tiempo para no retrasar el suyo. Tampoco les hagas perder tiempo con actividades no productivas. Sé eficiente y productivo.

Sal a tu hora. Para eso, debes ser productivo y haber cumplido con tus tareas.

Reduce las horas de comidas, sobremesas, etc. Con una hora podría ser suficiente para comer, y así podrías trabajar y salir antes.

Disfruta de la familia y del ocio. Cada día, y no sólo cuando estés de vacaciones. No vives para trabajar. Las jornadas interminables sólo favorecen el estrés.

Duerme más. Nos gusta trasnochar y dormir poco, con lo que entramos en una espiral de cansancio que afecta a nuestra calidad de vida y a nuestro rendimiento.

Planifica. Aprovecharás más sin hacer horas extras. ARHOE apuesta por una “regla de los tres ochos”: 8 horas para trabajar, 8 para el ocio y 8 para descansar.

Racionalizar los horarios no significa para trabajar menos, sentimos decirlo. Significa trabajar mejor, y aprovechar de forma eficaz nuestro tiempo. Tanto nosotros mismos como los empresarios debemos asumir la responsabilidad con aquellos que tenemos que hacer, sin priorizar por encima de todo un horario. Si usamos bien nuestro tiempo, podemos dar más importancia a aquellos proyectos que nos aportan valor a todos los niveles, tanto profesionales como personales.

Además, conseguiremos un preciado tiempo para desarrollar las diferentes facetas de nuestras vidas. Todo esto llega a contribuir también al desarrollo de la sociedad, ya que, si reducimos las tensiones laborales y cuidamos nuestra salud física y emocional tanto en nuestro puesto de trabajo, tendremos más cosas que ofrecer a cada uno de los proyectos.

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