viernes, 6 de febrero de 2009

SE EMPANTANA AUMENTO DE SUELDO A LOS MEDICOS Y ENFERMERAS

Por. Lic. Sabala

La lucha de los médicos y enfermeras por un salario justo va para una década, sin que se haya encontrado la vía de cristalizarse ese importante objetivo, el tiempo transcurrido no ha mellado el ímpetu de un sector profesional que sin lugar a dudas a dado lo mejor de sí a la sociedad dominicana.

En la lucha de estos se han formado varias comisiones directivas sin que varíe el pliego de demandas ni los métodos de lucha para lograr mejores condiciones de vida en una nación que los servicios básicos requieren más que buenos sueldos para el personal que ejerce, también faltan equipos, instalaciones, tecnología y material.

Las autoridades nacionales han sido indolentes con las demandas de los galenos y de la población misma, en la misma actitud encuentran el apoyo cada vez de más sectores, grupos e individuos que entienden los médicos no tienen razón en sus demandas, sobre todo después de aprobada la Ley 87-01 de Seguridad Social, que creó el sistema de salud para la República Dominicana , la cual es específica en que los recursos generados o disponibles en el país, correspondiente a la salud sean administrado por los bancos a través de las AFP para los pensionados y de las ARS para el tratamiento de las enfermedades y pago de los servicios.

El Estado Dominicana ya se ha desentendido de los servicios de salud, convirtiendo el IDSS en una ARS y los hospitales militares al igual que las clínicas privadas y el SENASA en receptores de los pacientes del Estados y los del régimen subsidiado.

Mientras, el Colegio Médico Dominicano segui buscando con el Congreso una fuente que le permita un salario más digno, sin tocar sectores tan sensibles como el gas licuado de petróleo (GLP), las ganancias de los depósitos en bancos, los certificados de ahorro del Banco Central o cualquier otro que se le ocurra a los senadores, en su inmensa misericordia con los ya hambrientos servidores de la salud.

No es menos cierto que los médicos, enfermeras y demás personal del sector público merecen un salario a la altura de la globalización actual, los cuales sobrevive en la nación de Duarte, quien ve hoy su pueblo desalojado de su habitad natural, porque no hay un salario digno que cubra la canasta familiar, más educación de los niños, transporte, alquileres y servicio de salud; excepto los que perciben los altos funcionarios, los empresarios -entre ellos los de la salud-, congresistas y otros que se arreglan no se sabe de que manera para derrochar dinero por doquier. Es por lo que esperamos que el gobierno y los congresistas entiendan que sin personal bien pagado, plantas equipadas y tecnología no hay ni habrá seguridad social en República Dominicana.

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