Además, esos cambios favorecen a los dirigentes políticos de los partidos tradicionales, que se sirven de la reforma.
Cruz, considera como un retroceso la unificación de las elecciones, fruto de la incapacidad de la clase política, para dar cumplimiento con la Ley Electoral.
“Se había logrado separar (las elecciones), para potenciar el poder local y municipal por lo tanto al unificarla, el poder local y el poder congresual estarían influenciadas por la elección presidencial”, manifestó Cruz.
En cuanto al aspecto electoral, plantea que debió haberse mantenido una Junta Central Electoral, constituida por tres miembros, y que lo contencioso y administrativo, fueran separados.
El humanista cristiano, al referirse a las reformas que quedaron pendientes y que eran demandadas por varios sectores, el especialista electoral consideró: “que no se consignó la eliminación de instituciones que tienen funciones comunes, como por ejemplo quien construye viviendas, obras, acciones de salud”. Indicó: “que en el aspecto de la discrecionalidad del Presidente de la República, al uso del presupuesto no se introdujeron limitaciones”. “No se incluyo la prohibición del solapamiento de las instituciones”, agregó.
“Ahora la Junta Central Electoral, se olvidó de la figura jurídica del observador de escrutinios, que más de veinte partidos políticos han solicitado en incluir esta figura en el reglamento de la observación de escrutinio venidero”.
El candidato expresó: “que todo huele mal en los previos de la junta central Electoral”.
“Vamos a tener que ponernos los pantalones y comenzar a denunciar a los organismos internacionales, los atropellos que vienen haciendo la junta electoral en contra de estas organizaciones políticas emergentes”, agregó.
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