martes, 3 de marzo de 2009

LA MUJER COOPERATIVISTA Y LA SOCIEDAD

Por Víctor Cruz

El Estado y la sociedad se basan en el trabajo conjunto de los hombres y las mujeres. Por eso la mujer cooperativista tiene que participar plenamente en la configuración de la vida política, económica y social.

La mujer en el cooperativismo tiene derecho a ocupar aquel lugar en nuestra sociedad que le corresponda de acuerdo a sus propias posibilidades específicas de vida. Por eso es necesario que el compañerismo entre el hombre y la mujer se realice también en el mundo laboral y en el espacio social y político además del ámbito matrimonial y familiar.

La mujer cooperativista tiene que poder decidir libremente si quiere buscar su desarrollo personal en la familia o en una profesión ejercida fuera de la casa o en la combinación entre la familia y la profesión ejercida fuera de la casa. La mujer cooperativista ejerce una función laboral, El trabajo de la ama de casa y madre es equivalente al de la mujer que trabaja fuera de la casa. El trabajo de ama de casa y de educación de los niños son actividades profesionales y como tales tienen que ser reconocidas y aseguradas socialmente.

Los rendimientos familiares de la mujer cooperativista tienen que ser reconocidos como aportaciones al contrato entre las generaciones de la misma forma como las cuotas resultantes de los ingresos profesionales. El seguro social de todas las esposas y madres tiene que ser asegurado mediante una pensión matrimonial de acuerdo al rendimiento y a la familia.

La política familiar tiene que ser complementada por la política del mercado del trabajo, si quiere representar la responsabilidad especial de la mujer en la educación de los niños. Una buena educación y formación profesional mejora esencialmente las posibilidades de la mujer en el mundo laboral.

Nosotros exhortamos a las partes contratantes de asegurar que las mujeres cooperativistas reciban el mismo salario en caso que hagan el mismo trabajo o un trabajo equivalente. Las mujeres cooperativistas tienen que tener las mismas posibilidades de ascenso que los hombres. Para facilitar el regreso de las amas de casa a la vida del trabajo profesional, queremos crear mejores instituciones e instituciones auxiliares de formación de especialización y de aprendizaje de otros oficios, sin limitación de edades.

En el MOVIMIENTO COOPERATIVO NACIONAL y principalmente bajo la administración del licenciado Pedro Corporán en el IDECOOP, el nuevo problema social exige una política social nueva. Una política de ordenamiento social. Sus principios de procedimiento son los siguientes:

· los servicios sociales tienen que ser concentrados a los que realmente necesiten la ayuda;

· los derechos obtenidos por propio rendimiento o por sacrificios para la comunidad, merecen una protección especial;

· los servicios sociales tienen que brindarse de forma más humana y más económica y tienen que ser ordenados de tal forma que se aumente su afectividad social;

· es mejor evitar la creación de problemas sociales que eliminarlos posteriormente. Por eso los puntos de vista económicos y sociales tienen que ser considerados en el planeamiento de la integración de la mujer cooperativista.

Aprovechamos la ocasión de este seminario para formar dirigentes regionales del IDECOOP para plantear la necesidad de integrar a la mujer y ponerle atención al género a los programas de desarrollo que debe orientar IDECOOP.

¡Felicidades a las mujeres cooperativistas en el mes de Marzo, ya que el día ocho celebramos el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!

No hay comentarios: