UN LOGRO DEL PRESIDENTE

Por Ramón Zabala

Las declaraciones del presidente de la República, Doctor Leonel Fernández Reyna oponiéndose al aumento de sueldos aprobados por la Sala Capitular del Distrito Nacional para los regidores hasta RD$150,000.00 y haciendo esa petición extensiva a otras instituciones públicas surtió efectos inmediatamente, respeto a los regidores del Distrito Nacional, no asi en otros estamentos de poder.

Es obvio que la palabra de un presidente tiene poder, ahora falta que los senadores en vez de querer aumentarse el sueldo de RD$125,000 a RD$250,000.00 mensuales mas el barrilito que manejan a discreción, hagan transparente las actividades sociales que realizan con esos recursos, dando ejemplo en cuanto cumplir con la Ley 2000-04 sobre Información Pública y que los funcionarios de la Secretaría de Medio también y Recursos Naturales, hagan lo mismo que los regidores del Distrito Nacional. No hay en República Dominicana condiciones para cargar más las finanzas públicas con un presupuesto deficitario en ejecución, presiones de aumentos salariales para médicos, enfermeras, profesores y una idea que el presidente Fernández puede estar de acuerdo con respeto a guardias y policías. Es natural que todos queremos tener mejores condiciones de vida y esto implica necesariamente mas en entradas económico, pero quieren hacerlo en base a las finanzas públicas resulta inconsecuente, partiendo de las condiciones económicas de hoy, mas si se trata de funcionarios de elección popular que hacen poco o nada para que el país mejore su situación financiera en sentido general. El o un reajuste general de sueldos y salarios en República Dominicana debe plantearse en función al costo de la vida para trabajadores de bajos ingresos del campo y la ciudad y para servidores de los sectores, educación, salud y otros asociados a servicios públicos importante para el mejoramiento de la calidad de vida del pueblo dominicano, buscando en base a estos posibles aumentos mejorar el Producto Interno Bruto (PIB) en cantidad y calidad competitiva.

Es inconsecuentemente que cualquier funcionario de elección popular o de la tecnocracia y burocracia publica quieren aumentos de sueldos y salarios, el presidente hizo lo correcto, falta que los funcionarios mencionados sigan el ejemplo o el presidente haga valer el poder de su palabra.