Por Ramón Zabala
Continuará el Clásico Mundial de Béisbol y así los análisis, conjeturas y lamentos, el equipo de R. D. fue eliminado por el equipo de Holanda, la selección de un país donde el base y bola es un deporte marginal eliminando en la primera ronda a uno donde ese deporte es el rey del entretenimiento y parte importante de su cultura. Sin mucho preámbulo por dos factores: 1º la función del equipo y 2º por un contenido nacional que ambos aspectos faltaron al conjunto dominicano.
No comparto los lamentos y rechazo el calificativo vergonzoso que muchos comentaristas deportivos y fanáticos atribuyen al equipo representativo del país en el evento mundial, para nosotros el clásico es un acontecimiento para celebrar por todo el pueblo dominicano, por ser un triunfo de la humanidad que este importante deporte salga del continente americano y algunos países asiáticos y tome una dimensión mundial, esto es un triunfo de todas las naciones del mundo y muy especialmente en República Dominicana que tiene en este su deporte Rey.
Derrota vergonzosa no cabe en este caso, más aun que el equipo dominicano fue saboteado por los dueños de los equipos de Grandes Ligas con las presiones ejercidas por estos con el apoyo de MLB (base y bola de mayor ligas) como confirmó el emblemático lanzador Pedro Martínez. Si alguien sufrió una importante derrota con la puesta en marcha de dicho certamen es el sentido de grandeza patriotera de los Estados Unidos de Norteamérica, que perdió el cetro mundial del deporte del madero el guante y la bola, porque ahora la serie final de los equipos de grandes ligas no es el principal acontecimiento Mundial de Béisbol evento que se realiza solo en los Estados Unidos con equipos estadounidenses y uno de Canadá como excepción a la regla.
El equipo holandés esta jugando pelota como un todo formado de muchas partes apoyado como un ente nacional por su gobierno, el dominicano fue formado por los residuos de los equipos de grandes ligas, jugando cada cual por su lado sin emplear la función de equipo que es la clave del juego de pelota, perdió dos partidos intercalados por uno que ganamos pirricamente, pero los holandeses actuaron en el campo de juego como un conjunto (equipo) sin súper estrellas, el dominicano perdió por el individualismo y la falta de coordinación en las jugadas, donde importó más la condición de súper estrellas y su cheque de MLB que la representatividad nacional.
Por tanto, no siento o sentiré vergüenza por el papel de este grupo de asociados de las Grandes Ligas o MLB. En el deporte lo imprescindible es competir aunque es importante ganar y jamás puede ser vergonzoso llevar nuestra bandera tricolor a un evento de esa naturaleza. Con el solo hecho de participar es un triunfo nacional.
La principal ganancia para la República Dominicana es la realización del evento en si, que convierte nuestro deporte en una disciplina que se proyecta al mundo no a una parte de él. Esto es más importante para esta nación que haber pasado a 2da. Ronda del Clásico.
Por favor nadie piense en la retirada, sería el error más grande que cometeríamos en materia deportiva. Por lo demás adelante con el certamen y que viva el Clásico Mundial de Pelota.
No comparto los lamentos y rechazo el calificativo vergonzoso que muchos comentaristas deportivos y fanáticos atribuyen al equipo representativo del país en el evento mundial, para nosotros el clásico es un acontecimiento para celebrar por todo el pueblo dominicano, por ser un triunfo de la humanidad que este importante deporte salga del continente americano y algunos países asiáticos y tome una dimensión mundial, esto es un triunfo de todas las naciones del mundo y muy especialmente en República Dominicana que tiene en este su deporte Rey.
Derrota vergonzosa no cabe en este caso, más aun que el equipo dominicano fue saboteado por los dueños de los equipos de Grandes Ligas con las presiones ejercidas por estos con el apoyo de MLB (base y bola de mayor ligas) como confirmó el emblemático lanzador Pedro Martínez. Si alguien sufrió una importante derrota con la puesta en marcha de dicho certamen es el sentido de grandeza patriotera de los Estados Unidos de Norteamérica, que perdió el cetro mundial del deporte del madero el guante y la bola, porque ahora la serie final de los equipos de grandes ligas no es el principal acontecimiento Mundial de Béisbol evento que se realiza solo en los Estados Unidos con equipos estadounidenses y uno de Canadá como excepción a la regla.
El equipo holandés esta jugando pelota como un todo formado de muchas partes apoyado como un ente nacional por su gobierno, el dominicano fue formado por los residuos de los equipos de grandes ligas, jugando cada cual por su lado sin emplear la función de equipo que es la clave del juego de pelota, perdió dos partidos intercalados por uno que ganamos pirricamente, pero los holandeses actuaron en el campo de juego como un conjunto (equipo) sin súper estrellas, el dominicano perdió por el individualismo y la falta de coordinación en las jugadas, donde importó más la condición de súper estrellas y su cheque de MLB que la representatividad nacional.
Por tanto, no siento o sentiré vergüenza por el papel de este grupo de asociados de las Grandes Ligas o MLB. En el deporte lo imprescindible es competir aunque es importante ganar y jamás puede ser vergonzoso llevar nuestra bandera tricolor a un evento de esa naturaleza. Con el solo hecho de participar es un triunfo nacional.
La principal ganancia para la República Dominicana es la realización del evento en si, que convierte nuestro deporte en una disciplina que se proyecta al mundo no a una parte de él. Esto es más importante para esta nación que haber pasado a 2da. Ronda del Clásico.
Por favor nadie piense en la retirada, sería el error más grande que cometeríamos en materia deportiva. Por lo demás adelante con el certamen y que viva el Clásico Mundial de Pelota.
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