martes, 23 de diciembre de 2008

INDULTO DE LEONEL FERNANDEZ: REMEDIO PARA LA ENFERMEDAD MORAL

Y llamaras su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21)


¿Cómo puede el hombre resistir a sus impulsos inferiores y cultivar una conciencia limpia? Algunos creen que el hombre es vil por naturaleza, cautivo de sus tendencias pecaminosas, victima de las propensiones que le son inherentes. Los proponentes de esa idea proclaman la filosofía de la angustia.

Otros están en desacuerdo. Creen que el hombre es capaz de desarrollar la virtud que existe en su ser. Créeme que mediante la autodisciplina y la adopción de reglas rígidas de comportamiento podrá alcanzar la victoria sobre las inclinaciones de la carne.

Algunos pretenden solucionar los problemas morales del mundo mediante la educación. Cuanto más educado sea el hombre, más virtuoso será, dicen ellos. Sin embargo, esos mismos idealistas no pueden negar que las universidades son, generalmente, los centros propagadores de las refinadas formas de perversión del sexo.

Otros recurren a la legislación. Nombran comisiones y grupos de trabajo con el objeto de formular planes para mejorar la sociedad y extirpar el vicio. Descubren, sin embargo, que las leyes y los códigos son insuficientes para erradicar el mal.

Ayer el presidente Leonel Fernández Reyna, indultó a un grupo de ciudadanos por entender que el estado regulador de cosas tenía la capacidad de perdonar, ¿tenia razón el presidente Fernández cuando indulta a la licenciada Lubrano y a otros del Plan Renove? Es facultad del doctor Leonel Fernández según el Art. 55 de la Constitución para accionar a favor de estos implicados. La figura jurídica del presidente es incuestionable, hasta el maestro Jesús perdono a aquellos que le agredieron.

Pero de otro lado están también los defensores de la libertad sin restricciones. Suprímanse las leyes, exigen; ellas exacerban a la rebelión. Liberado, el hombre desarrollará automáticamente su carácter recto.

Filósofos de todos los tiempos y de todas las corrientes han luchado para resolver el problema moral del hombre. Pero ninguna de las soluciones propuestas ha logrado resultados eficaces.

Jesús es el único remedio para las miserias y los vicios de la humanidad. Mientras estaba en la Tierra nos dio el ejemplo de una vida pura, y le mostró al hombre un nuevo principio de vida que lo capacita para vivir rectamente. El apóstol Pablo advierte: Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobrio, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

Al anunciar el nacimiento de Jesús, el ángel dijo: “Y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Los que experimentan íntimamente la influencia transformadora de Cristo, reciben el vigor indispensable para superar las tendencias pecaminosas y las inclinaciones de la carne.”

¡Felicidades mi presidente Leonel Fernández! Hoy le toco el beneficio de la ley del perdón a favor de Vivian Lubrano de Castillo, Casimiro Antonio Marte Familia, Pedro Franco Badia, Gervacio de la Rosa y Milciades Amaro Guzmán. Que este perdón sea símbolo inconfundible de la doctrina de Jesucristo para el inicio de una nueva vida.

¡Amen!

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