viernes, 2 de octubre de 2009

46 AÑOS DE IDECOOP PARADIGMA DEL DESARROLLO HUMANO Y NUEVO ORDEN ECONÓMICO

Por Víctor Cruz

El Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP), se presta a recibir sus 46 años de su nacimiento, propicia la ocasión para definir la actual situación en que vive el Movimiento Cooperativo Nacional Dominicano o tratar el tema de “LA CRISIS PERFECTA”. Expresión que hizo suya una campesina miembro de la Cooperativa Mamá Tingo en la comunidad de Gualey, Yamasá, cuando hablaba que tenemos muchos cooperativistas que han abandonado los valores y los principios.

Aquella mujer del campo nos habló como toda una profesional de la economía sin llegar al octavo de la intermedia puso como ejemplo que si el Fondo Monetario Internacional tratara de enfrentar esta crisis necesitaría 10 veces el capital que tiene, y no sería suficiente.

Entre otras, éstas son algunas de las expresiones que sirven para pensar en lo que se ha hecho y lo que se piensa hacer. Por alguna razón, traemos a valor presente, aquella frase que permanece intacta, y que toma fuerza cuando hacemos esta clase de ejercicios: “La situación que vivimos hoy, es el resultado de las decisiones de ayer, y lo que pase mañana es consecuencia de lo que hagamos hoy”.

Construir futuro, es la propuesta motivadora que hemos oído a través de nuestra formación; pero, ¿estamos haciendo lo que debemos hacer, para que eso suceda?

Las cooperativas son la base de operación, para construir con solidaridad y eficiencia el futuro que todos deseamos. Convencidos de esto, nos proponemos sistematizar con éstas aproximaciones prospectivas, el pensamiento de los administradores y directivos de las cooperativas, enmarcado en el presente documento, una base conceptual que sirva de discusión para la gestión en estas instituciones, que a todos nos son caras y nos importan, especialmente cuando hay crisis, que con su efecto destructivo nos puede hacer perder mucho de lo que hemos logrado.

Comenzamos por decir, que un componente esencial para construir la historia económica y social, ha sido las denominadas crisis financieras y económicas. Esta que estamos viviendo, y más aún, que se encuentra en la etapa de profundización para algunos, de recuperación para otros y para los más escépticos, en el final de su inicio, es una más, quizás la de mayor intensidad, de todas las crisis que han sucedido, con sus diferentes variantes.

Convivir con momentos de turbulencias, es un desafío individual y colectivo del ser humano, porque en la mayoría de los casos, cuando se afecta un elemento del sistema social, que se genera un impacto para todos. Indudablemente, todo esto ha sido motivo de análisis e investigación y materia de estudio académico por parte de los diferentes actores.

Cierto es, que durante la historia económica y social de nuestros países, han sucedido una serie de eventos que se repiten periódicamente, y con características comunes en no pocas ocasiones.
También es cierto, que la mayoría de eventos suceden, unos por hechos que se achacan a la naturaleza, y otros por actos que nacen de las manifestaciones de voluntad del hombre.

Descartamos que la crisis actual no sea el resultado de algo natural, a no ser que el mercado sean invencible, que por naturaleza sea el culpable de lo que está sucediendo.

Nos queda solamente el ser humano, que en calidad de gestor ha construido el futuro con sus decisiones. Si lo miramos retrospectivamente, es pasado o presente si lo observamos hoy.
De todas formas las situaciones han sido creadas por la conducta del ser humano y esta se manifiesta en la acción o la omisión.

Sin adentrarnos en profundidades económicas, encontramos que siempre que hay una crisis financiera, saltan a primera vista las imperfectas decisiones de los administradores. La historia se repite y siempre alguien lo ha dicho en algún momento.

Estamos convencidos algunos que todo lo que se hace para salir de la crisis, tiene un costo que inexorablemente, conduce a que el dinero cambie de bolsillo, no precisamente para crear riqueza. Para esta discusión, entendemos que crear riqueza no es concentrar recursos, sino expandirlos y esparcirlos dentro de una geografía humana que a la vez sirva de multiplicadora e involucre a otros actores.

La mayoría de los que pierden en tiempos de crisis tienen que iniciar el nuevo ciclo económico. Eso no estaría mal, sino fuera porque los únicos que tienen capacidad de aprovechar las oportunidades, son los que tienen el dinero en el bolsillo, para comprar depreciado lo que otros venden por necesidad o porque el mercado así manda los pequeños accionistas, los pequeños microempresarios son los principales testigos de las crisis, y la viven en carne propia.

También aprovechan las oportunidades, los que tienen un producto que solventa, neutraliza optimiza o estimula el uso y el servicio. Ejemplo los vendedores de mascarillas, que aprovecharon la oportunidad y especularon con ellas, pero antes surgió la influenza gripal.

De alguna manera, el paradigma sobre el cual estamos trabajando se encierra en todas las hipótesis que sugieren un comportamiento cíclico de las crisis. En ese sentido, podríamos pensar que si esto fuera cierto, entonces se pueden pronosticar y aunque no se puedan prevenir, si se puede trabajar para disminuir su impacto.

El problema, es que no se ha reconocido globalmente que las crisis están generadas por las conductas y las prácticas administrativas, que lastimosamente ponen al servicio de la especulación, dos cualidades fundamentales exigidas al administrador: la innovación y la creatividad.

Por lo tanto, felicitamos la iniciativa del licenciado Pedro Corporán, en la administración del IDECOOP que ha lanzado RETO Y ESPERANZA, bajo el concepto MORAL Y TRABAJO.

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