viernes, 23 de octubre de 2009

LAS SOCIEDADES LABORALES TRANSITORIAS, A LAS QUE CRISTINA LLAMA ERRÓNEAMENTE "COOPERATIVAS", DAN PARA TODO...

Los "cooperativistas" de Cristina ocupando el Concejo Deliberante de Mar del Plata, en reclamo a su participación en los engendros asociativos planificados desde el gobierno nacional...


Desde punteros políticos que cobran para inscribir personas a esos grupos, hasta intendentes que distribuyen estas asociaciones entre sus amigos y desvían los fondos para otros fines, como así también demoras en los envíos del dinero oficial con el consiguiente atraso de las obras, entre otras cosas, es lo que sucede entre estos grupos laborales conformados, en su gran mayoría, mediante contratos de doce meses...
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Escribe ROBERTO MOLINA
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Llamarles cooperativas de trabajo a estas sociedades laborales transitorias que está motorizando el gobierno nacional, constituye un auténtico castigo, y además un desprestigio, para el movimiento cooperativo argentino. Los trámites de constitución de estas asociaciones de personas (no las vamos a llamar cooperativas), aunque pasen por el INAES, se apartan totalmente de las normativas vigentes, pero igualmente se les otorga la matrícula correspondiente, “porque la orden viene de arriba”, según afirman algunos funcionarios del organismo nacional de control.


Acerca de estos engendros asociativos, nadie ha levantado su voz de protesta para decir lo que hay que decir. La referencia tiene que ver con las confederaciones y las federaciones. Por ejemplo, la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR), ni abrió la boca.
El señor Edgardo Adrián Form, presidente de la entidad, si salió, en cambio, a defender el cooperativismo recientemente con respecto a situaciones que involucraron a cooperativas de crédito. En este caso, COOPERAR salió con energía a defender el cooperativismo y a condenar a las cooperativas que han incursionado en hechos delictivos.
El hombre salió a defender a las cooperativas de su rama. Pero de estas sociedades laborales transitorias, no dijo absolutamente nada. ¿No le cabe una acusación de discriminación por parte de las legítimas cooperativas de trabajo…?

Está muy claro. Form representa al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, cuna del comunismo argentino, ahora alineado con el kirchnerismo. De manera que es imposible que haya un pronunciamiento de COOPERAR con respecto a este hecho anormal que afecta al cooperativismo y que impulsa la propia presidente de la Nación.

Pero no hay pronunciamiento no sólo por una cuestión de afinidad política, sino también por el hecho de que si lo hace, la entidad confederativa no recibirá un subsidio más, por lo menos durante el actual gobierno. Por otra parte, Carlos Heller – propietario del Banco Credicoop y diputado nacional electo – no les permitiría un pronunciamiento adverso.

En lo relacionado con las federaciones -- la referencia tiene que ver puntualmente con las de la rama Trabajo --, tampoco ninguna de ellas salió a decir una sola palabra. Ni a favor ni en contra, porque las dos cosas queman… Pero, además, un conspicuo miembro de las cooperativas de trabajo está actualmente integrando el directorio del INAES. ¿Se animará “El Vasco” Orbaiceta – un dirigente al cual se lo señala como muy correcto y frontal en sus expresiones – a formular alguna definición sobre el tema?

Mientras tanto, desde el día que la presidente Cristina Kirchner formuló el anuncio de crear 100.000 puestos de trabajo, mediante el mecanismo de constituir unos 2.000 engendros asociativos, han pasado muchas cosas, a saber:


** Cortes de rutas por parte de piqueteros que reclaman a intendentes del conurbano bonaerense que se los incluya en estas asociaciones laborales transitorias.


** Aparición de punteros políticos que cobran una suma de dinero a quienes quieran integrar estas asociaciones.

** Escándalo en el Partido de Almirante Brown, donde el intendente Rubén Darío Giustozzi incurrió en manejo discrecional de los fondos destinados a esas asociaciones laborales.


** No hay rendición de cuentas en ninguna provincia acerca de los trabajos que se efectúan y cuando aparecen fiscalizadores para realizar esas tareas, se ven imposibilitados de cumplir su labor porque son presionados casi violentamente para que no lo hagan…


** La propia ministra Alicia Kirchner ha tenido que intervenir en algunos municipios, realizando auditorías, para evitar que los fondos que envía su ministerio, sean derivados a otros destinos.

** En la ciudad de La Plata, también hay denuncias contra el intendente Pablo Bruera y la Dirección Provincial de Acción Cooperativa (DIPAC). El concejal Oscar Negrelli señaló que “estas cooperativas son fachadas de movimientos políticos o de empleados en negro del gobierno municipal. Bajo la fachada de cooperativa, los trabajadores están en las peores condiciones laborales que puede estar cualquier trabajador”. Aseguró el concejal que estas asociaciones son “utilizadas como caja de financiación para el clientelismo, ya que si no asistís a los actos o movilizaciones políticas, te dejan sin laburo”.

** El piquetero Emilio Pérsico, que acaba de renunciar como Secretario de Estado en Desarrollo Social, maneja actualmente 58 asociaciones laborales. Todo parece indicar que también manejaría los fondos destinados a esos grupos…


** El diario La Nación editorializó, en su edición del 13 de octubre último, acerca de la distorsión que se está produciendo en el cooperativismo, con la creación de este tipo de asociaciones de personas.

** La Cámara Argentina de la Construcción y la UOCRA salieron a criticar a estas asociaciones de personas, porque “les resta tareas a las empresas y, en paralelo, les quita empleo a los trabajadores de la construcción.

** En el municipio de Quilmas también surgieron fuertes conflictos. A los miembros de estas asociaciones, no les pagaron por trabajo realizado. El diario El Sol denunció que punteros políticos piden el 20 por ciento de lo que tienen que cobrar los trabajadores.

** En Mar del Plata (foto), presuntos “asociativistas” tomaron el recinto del Concejo Deliberante, hubo importantes destrozos y hasta heridos. Reclamaban que los incluyan en los engendros asociativos del gobierno.

** En varias provincias, los problemas son similares: los trabajos se suspenden porque el dinero oficial no llega y las personas que integran estas asociaciones, se quedan sin sus recursos para el sustento diario.

Es evidente que esta diversidad de conflictos que aquí se exponen, no son propios de las cooperativas de trabajo legítimamente constituidas. Las entidades que se crean de abajo hacia arriba, como verdaderamente corresponde, jamás tienen estos problemas.


Pero las que se crean ilegítimamente, es decir, de arriba hacia abajo, dependiendo del dinero público, y comienzan a funcionar a contramano de lo que determinan las normativas vigentes y los principios y doctrina del cooperativismo, se encuentran con estas dificultades, producto de la improvisación y de las necesidades gubernamentales.

Y todo esto, recién está comenzando. Seguramente, muchas otras novedades de carácter similar, o más graves, van a producirse. No hay ninguna duda de que se están siguiendo los pasos de Hugo Chávez, que creó más de 300.000 cooperativas, de las cuales hoy funcionan menos del 10 por ciento. Los pícaros venezolanos se quedaron con el dinero que entregaba el gobierno a cada cooperativa que se creaba. Y la consecuencia fue la desaparición de esas cooperativas. En Argentina, comienza a suceder exactamente lo mismo...

Lo que está haciendo el gobierno nacional es castigar y desafiar la legitimidad del cooperativismo, distorsionando gravemente el sistema y devaluando su imagen. Concretamente, esto es algo muy similar a las denominadas “cooperativas truchas” que se quieren combatir, pero, en este caso, impulsadas por el propio gobierno.
Mas informaciones tomada de la pagina: www.prensacooperativa.com

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