LOS DIRECTIVOS DE ESA ENTIDAD YA NO SE PREOCUPAN POR HACER COOPERATIVISMO…
Escribe ROBERTO MOLINA
La Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR) pretende arrogarse la representatividad del movimiento cooperativo argentino, pero eso existe solamente en la declamación de sus dirigentes. Esta entidad de tercer grado representa sólo a un reducido porcentaje del cooperativismo urbano y esa escasa representatividad se está diluyendo paulatinamente al conjuro de la aparición de nuevas confederaciones de integración vertical, es decir, de integración por especialidades.
PRENSA COOPERATIVA viene señalando desde hace mucho tiempo que la integración horizontal, como la que ejercita COOPERAR, no sirve. Esta entidad pretende representar a todos los sectores del cooperativismo urbano (electricidad, telefonía, agua potable, trabajo, vivienda, consumo, etc.) y finalmente no representa a nadie.
No por nada, el señor José Hernán Orbaiceta, tesorero de esa confederación e integrante del directorio del INAES, confesó públicamente que “vamos a las reuniones de COOPERAR y no resolvemos nada, sólo hablamos de nuestras cosas…”. Si esto no es inoperancia institucional, debe ser algo muy parecido…
Y justamente por carecer del suficiente poder de representatividad, es que están surgiendo otras confederaciones, como las de electricidad, de trabajo y la de agua potable, esta última en proceso de conformación. Estas son las confederaciones que habrán de tener el verdadero poder en sus respectivas especialidades. COOPERAR nunca tuvo poder político, ni gravitación alguna, y por eso es que su presidente, Edgardo Form (foto) está reclamando más poder para su confederación en todas las tribunas donde habla.
COOPERAR nunca tuvo poder, porque ni siquiera se ocupa de las cosas en que verdaderamente tiene que ocuparse. Por ejemplo, esta entidad tendría que ser la responsable de organizar anualmente la celebración central del Día Internacional de las Cooperativas. En las últimas décadas, muy pocas veces lo ha hecho. A los directivos de la entidad confederativa evidentemente no les preocupa celebrar la fecha magna del movimiento solidario.
Por eso, asisten a actos que organizan otras entidades (algunas ajenas al movimiento). Es decir, van para la foto… El señor Form, por ejemplo, asistió en La Plata a un acto organizado por el Instituto de Estudios Cooperativos de la Facultad de Ciencias Económicas, para recordar el Día de las Cooperativas. Es altamente positivo que un acto propio del cooperativismo lo organice una entidad universitaria. Pero es vergonzoso que no lo organicen quienes tienen que organizarlo, porque pertenecen y dicen representar al movimiento…
Como una actividad institucional en el marco de la celebración del Día de las Cooperativas, el Consejo de Administración de COOPERAR previó asistir a los actos celebratorios del 80º aniversario de la Cooperativa de Electricidad de Santa Rosa, provincia de La Pampa. Y allí fue toda la cúpula confederativa. Está muy bien que hayan asistido, pero eso no los exime de su responsabilidad de organizar un acto propio de celebración de la fecha magna del cooperativismo universal.
Tampoco les preocupa a los directivos de COOPERAR organizar una nueva edición del Congreso Argentino de la Cooperación. La última realización fue en 2004, en Buenos Aires. Allí, el entonces presidente Juan Carlos Fissore, al cierre del encuentro, expresó su intención de volver a realizar otro encuentro similar en cuatro años. Fue la propia ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien en ese momento corrigió al impresentable dirigente, diciéndole: “Esto hay que hacerlo cada dos años, no cada cuatro años…”.
Ni cada dos, ni cada cuatro años… Han transcurrido seis años y los directivos de COOPERAR se han olvidado del tema. Y es muy natural que se hayan olvidado, porque el Congreso Argentino de la Cooperación permite la libre expresión de cada uno de los sectores del movimiento. Y es evidente que quienes hoy manejan la alicaída COOPERAR, no tienen el propósito de escuchar otras opiniones que no sean las propias… Es decir, son devotos del pensamiento único.
También es evidente que los directivos de esta confederación no quieren gastar el dinero que reciben de los subsidios del INAES, en organizar este tipo de celebraciones cooperativas. Ellos prefieren utilizarlo en viajes y en otras cuestiones, antes que cumplir con su obligación de hacer cooperativismo. Es más cómodo aparecer en las fotos, participando de actos no organizados por la confederación, que ponerse a trabajar para convocar a los cooperativistas para celebrar su Día…
Lo descripto, es la característica de un cuadro dirigencial que en su permanente declamación dice representar al cooperativismo argentino, pero la realidad del sector indica que esta entidad ha ingresado en una decadencia representativa que es sostenida desde el INAES, con subsidios y otras prebendas, mientras que las flamantes confederaciones comienza a adquirir el poder que verdaderamente les corresponde, sin subsidios y sin prebendas.
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