Por Víctor Cruz
Ni en nuestro país ni en el extranjero hay quien dude que hayamos experimentado en los últimos años “una recuperación económica sobresaliente”, la pregunta es ¿Para cuáles economías trabajan las cooperativas? Vemos día a día el interés de la economía privada principalmente los banqueros convierten a este instrumento de liberación económica solidaria en agencia de recaudaciones económicas para ellos.
También vemos el descuido y el desinterés del superior gobierno que dirige el doctor Leonel Fernández Reyna en fortalecer o transferir la economía oficial en la economía solidaria basada en el cooperativismo.
La reforma constitucional que hoy se discute en las cámaras legislativas presentada por Leonel Fernández Reyna en todos sus articulados elimina de una vez y para siempre la expresión del cooperativismo, por otro lado, vemos como se ha logrado estabilizar la economía oficial y cumplir con los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo que no es evidente es que ese crecimiento haya favorecido a la mayoría de la población dominicana.
La política social y el crecimiento económico
Al explotar la crisis provocada por los ambiciosos de siempre en la economía privada (llámese banqueros y economistas) al servicio de los intereses de los medios de explotación que en vez de engrandecer la obra de Dios que es el hombre han hecho lo contrario, creando una crisis global de consecuencias impredecibles y que hoy a nosotros los que trabajamos en las ciencias políticas como el instrumento del BIEN ADMINISTRAR LAS COSAS AJENAS no nos ha quedado otra fórmula que ir a la sabia de la enseñanzas que es la sagrada escritura en ella encontramos las políticas sociales que son el principal instrumento por medio del cual la sociedad a través de los programas del Estado, lucha por reducir la desigualdades y la pobreza estructural y de esta manera, inducir en el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
Ahí nace el IDECOOP a través de esos valores y principios distorsionados ayer con los malos y muchos cooperativistas carentes de los conocimientos de políticas sociales que promueven el desarrollo de las capacidades de las personas, buscando la eliminación de los privilegios y las discriminaciones y garantizando la inclusión de los sectores sociales tradicionalmente excluídos.
En la pasada semana hubo diario de circulación nacional, que nos habla de las estadísticas aportan las cooperativas que fueron de un 4% al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) lo que significa que al llegar el licenciado Pedro Corporán Cabrera a la administración de IDECOOP no solo se ha recuperado esta institución oficial en materia de ordenamiento orgánico sino que ha servido de enlace y de fraternidad entre el sector cooperativo y el superior gobierno que administra el doctor Leonel Fernández.
Pero, por otro lado, el Estado se recupera con estos grupos de ínfimas clases, pero siguen las conspiraciones vemos como crece el Movimiento Cooperativo, pero crece la preocupación de que la economía oficial no puede seguir sosteniéndose sobre el empobrecimiento de la mayoría de la población como consecuencia de una injusta distribución de esa riqueza. Por eso no podemos desaprovechar la oportunidad para decirles a los economistas nuestros que han fracasado en la formulación de proyectos.
Vemos también como el cooperativismo se convierte cada día en instrumento para fortalecer a las economías privadas y que están dejando en evidencia que ha sido penetrado por el capitalismo y ha dejado de ser el instrumento ideal económico, social, del que menos puede.
Ese cooperativismo entreguista es el que le llamamos “el cooperativismo del pan y la mantequilla” que es una vergüenza nacional, que en este momento los asaltantes de siempre quieren que nosotros los pobres paguemos la crisis que ellos han provocado. Hoy se discute en el Senado de la República y la Cámara de Diputados la modificación de la Carta Magna de la Nación y el Movimiento Cooperativo Nacional debe ser coherente con los planteamientos y propuestas nacionales y los compromisos asumidos con los objetivos del milenio y la declaración de Bayacanes, La Vega, en la celebración del 2do. Foro Cooperativo Dominicano ante la Crisis Mundial donde en su manifiesto y clausura se exige que el cooperativismo sea protegido en la Reforma de Constitución de la República planteando deliberaciones que conduzcan a la reducción de los niveles de pobreza nacional que hoy esta embuída la economía oficial.
Hoy que al gobierno del Doctor Leonel Fernández Reyna la banca nacional e internacional le niegan o acondicionan los préstamos para el desarrollo de la nación, al presidente no le queda otro recurso que recurrir a la economía solidaria, a la economía de pueblo a buscar nuevas formulas de articulación social fortaleciendo al Instituto de Desarrollo y Crédito Cooperativo (IDECOOP) y a las cooperativas del país para que sirvan de sostén y liberación en momentos de crisis, recordando aquel dicho que dice que “acumular riquezas no es liberación” de nada nos vale a nosotros de tener muchos activos y pasivos en la banca si estos activos y pasivos no sirven para determinar y desarrollar al pueblo.
Ojala que se anime el presidente Fernández y que use los recursos de las cooperativas para la producción nacional y para desarrollar las comunidades locales que al final de la jornada quien más seria beneficiado el gobierno y los pueblos que caminan hacia el desarrollo a través de la autogestión y la autodeterminación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario